Ubicada en el casco histórico de Antofagasta, la Casa Gibbs albergó a una de las principales empresas comerciales londinenses instaladas en el puerto salitrero durante los siglos XIX y principios del XX por la compañía Anthony Gibbs & Sons, con transacciones desde Panamá hasta el Cabo de Hornos. El paso del tiempo y el notable abandono de su fachada, motivó a PROA a convertirla en un atractivo turístico y en un aporte a la memoria antofagastina a través del mural “Una estación de ferrocarril con próceres en la historia de Antofagasta”, inaugurado el 2008.
Cuenta con servicios complementarios a su alrededor